jueves, 5 de junio de 2008

¿Invitar a alguien a casa significa necesariamente tener sexo?

Tratando de contener mis impulsos sexuales y llevar mi hipótesis de como conocer a la persona ideal, me pase unos días analizando la gente de mi msn; específicamente, quién dentro de los contactos podía ser bueno para sacarlo del mundo virtual y llevarlo al plano real para conocerlo, así es como Carlos apareció. Carlos era un chico de 28 años, bastante reservado y muy poco asiduo a largas conversaciones por la mensajería virtual, a pesar de que estaba entre mis contactos hace algún tiempo.

No soy bueno para llevar gente hasta mi departamento, siempre he preferido tener sexo en camas ajenas, pero esta vez rompí el molde porque quería intentar algo diferente: conocer a alguien y no tener sexo a la primera. Al juntarnos, lo que vi me gustó: look alternativo, pelo de chico rebelde desordenado, barba de algunos días y unos lentes intelectual-cool. Algo que no me esperé, pero que llamó mi atención.

Luego de algunos minutos pude descubrir algunas cosas que no me gustaron de él: trabajaba en un salón de belleza y algunos de sus movimientos eran algo afeminados. Mientras me hablaba de su independiente y algo extraña vida, comencé a cuestionarme esta cita, ¿Había sido correcto llevar a casa a alguien para un primero encuentro?.

Los minutos pasaban y la conversación se hacia tediosa, hablamos de sus relaciones amorosas pasadas (mientras yo sigo manteniéndome mudo respecto a ese tema con la gente que acabo de conocer), hasta que comenzó con las típicas caricias casualmente concientes, esas que rompen la barrera del contacto físico y crean el preámbulo para más. Después de eso la historia se me hizo conocida: nos besamos.

Como estábamos recostados, no tardamos en acariciarnos bajo la ropa, y la temperatura de ambos comenzó a subir. Mientras pensaba ¿Qué parte de no tener sexo hoy no me estaba cuadrando?, ya tenía a Carlos acariciándome el bulto. No se si habrán sido las circunstancias, mi poca experiencia al organizar citas que no tengan que involucrar sexo o la calentura acumulada de Carlos, pero ya estábamos lo suficientemente excitados como para parar. Así que me relajé y comencé a disfrutar.

Su piel era suave, sin ningún vello, y su cuerpo delgado y tonificado, un deleite. Desnudos y después de explorar nuestros rincones con labios y lenguas, lo comencé a penetrar suavemente, sus gemidos eran leves, mientras sus besos se hacían más apasionados a medida que mi velocidad de embestidas aumentaban. Sudados y cerca de acabar, Carlos comenzó a decir que no lo siguiera tocando porque iba a eyacular.

Me apuré para lograr tener el orgasmo penetrándolo y en cuanto le anuncie que me venía comenzó a lanzar lo suyo sobre su estomago, la verdad fue bastante excitante verlo, por lo que mi orgasmo fue más intenso. Luego de eso, el reloj ya marcaba las tres de la mañana, y bueno, se tuvo que quedar. Este detalle no me agradó, ya que no me gusta compartir mi cama, pero no le podía decir que se fuera a esas horas, por esa razón decidí apagar la luz y tratar de dormir.

Mientras Carlos descansaba en mi hombro, no pude evitar sentirme mal por toda la situación. En primer lugar, porque terminé haciendo precisamente lo que no quería: tener sexo a la primera; segundo, tenía a alguien extraño pasando la noche conmigo. ¿Seré yo que no se hacer las cosas bien o tengo que aprender algo que hasta el momento se me ha hecho esquivo? ¿Mi invitación habrá sido confusa? ¿Invitar a alguien a casa significará necesariamente tener sexo en el mundo gay?. Mientras descubro eso me dormiré para que esta noche pase rápido, mañana Carlos ya se habrá ido y se supone que me sentiré mejor. Pero, ¿Será así?.

3 comentarios:

Ignacio Mamani dijo...

Que interesante :)
Creo que me convertiré en asiduo lector de tu blog, espero que no te moleste.

¡Saludos!

David dijo...

me encanta tu blog, yo estoy comenzando a escribir mis comienzos como gay. Felicidades por tu blog

AleX dijo...

Muy interesante pregunta.. yo creo que no necesariamente, pero es un codigo compartido el hecho de que si alguien te invita a la casa es porque al menos quiere tener un clima intimo que no se puede conseguir en otro lugar.. y asi es facil interpretar la intencion de un acercamiento sexual, al menos en la comunidad homosexual, en donde el sexo se dá mas facilmente.